Una de las cosas que deben saber las personas es que no existe santidad alguna en este mundo, todo y absolutamente todo lo que hay en el, ya sea política, religión, tipo de economía familia, hasta la misma moral puede ser corrompida si no es que ya ha sido corrompida, como dije en una entrada pasada, las verdades crueles debemos aprender a aceptarlas para poder seguir adelante y continuar con nuestras vidas.
Acerca de mi punto de vista sobre la santidad y ventajas al asumir esa realidad.
Se me ocurrió esta entrada ya que mi propia familia me exigían cosas que al final nunca daban el ejemplo y lo peor es que cometían errores peores que yo, desde pequeño (como muchos niños) veía a mis padres como seres perfectos y sin fallas visibles pero a medida que crecí, me daba cuenta que no es así, aunque debo admitir que estuve de suerte ya que pudo haber sido peor, tal es el caso de los hijos que tienen padres que están metidos en problemas legales o inclusive peores y estos los ven con un grado de santidad impresionante, y a pesar que los otros chicos los molesten en la escuela diciendo como son sus padres realmente, estos seguirán defendiendo su santidad a pesar de todo, pero no dura para siempre ya que al crecer, entran en un estado de desesperación cuando alguien les prueba que eso que le decían de pequeños siempre fue la verdad. Al punto que quiero llegar es que si estas personas desde pequeños o desde una cierta edad logran asumir que santidad como tal no existe en este mundo y nada está salvo de ello, tal vez podrán asumir realidades crudas con más facilidad y podrán continuar con sus vidas, e inclusive usar eso como palanca para superarsen ellos mismos, siempre existirá algo de corrupción en todo y solo saber esa realidad nos ayudará a tomar las decisiones adecuadas para que eso no nos afecte en gran medida, en el caso del chico del ejemplo anterior sería el no seguir los mismos pasos que sus padres.